MANIFIESTO 2000 POR UNA CULTURA DE PAZ Y NO VIOLENCIA

19.01.2011 13:57

MANIFIESTO 2000 POR UNA CULTURA DE PAZ Y NO-VIOLENCIA

" En el Manifiesto 2000, suscrito por más de 110 millones de personas de todo el mundo, se establece 'el compromiso, en mi vida cotidiana, en mi familia, en mi trabajo, en mi comunidad, en mi país, en mi región a: respetar todas las vidas; rechazar la violencia; liberar mi generosidad; escuchar para comprenderse; preservar el planeta; y reinventar la solidaridad'. De esto se trata, de involucrarnos, de implicarnos personalmente en este proceso que puede conducir, en pocos años, a esclarecer los horizontes hoy tan sombríos y permitir la convivencia pacífica de todos los habitantes de la tierra."

 

 

Federico Mayor Zaragoza  

 

Director Gral. de la UNESCO (1987-1999) 


 

Promulgado por la UNESCO en París el 4 de Marzo de 1999, se integra dentro de un plan de acción de Naciones Unidas aprobado el 13 de Septiembre de 1999 en el que se define la Cultura de Paz del siguiente modo:

 “Una Cultura de Paz es un conjunto de valores, actitudes, tradiciones, comportamientos y estilos de vida que rechazan la violencia y previenen los conflictos abordando las causas en su raíz, para resolver los problemas a través del diálogo y la negociación entre las personas, los grupos y las naciones.”

El Manifiesto 2000 adopta la forma de un compromiso personal libremente aceptado que se expresa en los siguientes términos:

Porque el año 2000 debe ser un nuevo comienzo para todos nosotros. Juntos podemos transformar la cultura de guerra y de violencia en una cultura de paz y de no violencia.

Porque esta evolución exige la participación de cada uno de nosotros y ofrece a los jóvenes y a las generaciones futuras valores que les ayuden a forjar un mundo más justo, más solidario, más libre, digno y armonioso, y con mejor prosperidad para todos.

Porque la cultura de paz hace posible el desarrollo duradero, la protección del medio ambiente y la satisfacción personal de cada ser humano.

Porque soy consciente de mi parte de responsabilidad ante el futuro de la humanidad, especialmente para los niños de hoy y de mañana…

 

Me comprometo en mi vida cotidiana, en mi familia, mi trabajo, mi comunidad, mi país y mi región a:

 

1. Respetar la vida  y la dignidad de cada persona, sin discriminación ni prejuicios.

2. Practicar la no violencia activa, rechazando la violencia en todas sus formas: física, sexual, psicológica, económica y social, en particular hacia los más débiles y vulnerables, como los niños y los adolescentes.

3. Compartir mi tiempo y mis recursos materiales, cultivando la generosidad a fin de terminar con la exclusión, la injusticia y la opresión política y económica.

4. Defender la libertad de expresión y la diversidad cultural, privilegiando siempre la escucha y el diálogo, sin ceder al fanatismo, ni a la maledicencia y el rechazo al prójimo.

5. Promover un consumo responsable y un modo de desarrollo que tenga en cuenta la importancia de todas las formas de vida y el equilibrio de los recursos naturales del planeta.

6. Contribuir al desarrollo de mi comunidad, propiciando la plena participación de las mujeres y el respeto de los principios democráticos, con el fin de crear juntos nuevas formas de solidaridad.

 

Suscribe el Manifiesto 2000 por una Cultura de Paz y No-Violencia en la página web de la UNESCO

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