Gandhi

27.04.2011 12:52

La figura de Gandhi suele asociarse con la resistencia pacífica y la no-violencia. En efecto, este líder político indio demostró que el pacifismo era un instrumento viable para alcanzar objetivos políticos ambiciosos y que la independencia de la India era posible sin necesidad de derramamientos de sangre. Gandhi predicó la concordia y la no-violencia en un siglo convulsionado por dos guerras mundiales.

Gandhi fue líder nacionalista, pero, por encima de todo, fue un defensor de la igualdad y la justicia. Luchó con gran ímpetu tanto para lograr la independencia de la India como para acabar con las desigualdades que padecía la sociedad de su país. En una sociedad tan estratificada como la india, se puso del lado de los intocables -casta privada de todo derecho- y predicó la admisión de todos los individuos como miembros de la sociedad. Sus ambiciones trascendían el ámbito estrictamente político: más allá de la liberación de su país y la transformación social, abogó por el perfeccionamiento espiritual del hombre.

Durante su vida, Gandhi conoció éxitos y sufrió fracasos. Vio cómo su estrategia de la no-violencia posibilitaba la independencia de su nación. Sin embargo, pudo constatar que su país estaba radicalmente dividido entre hindúes y musulmanes, y fue testigo de la separación de Pakistán de la India. Sin embargo, el pensamiento y las actitudes de Gandhi sirvieron de ejemplo para los distintos movimientos pacifistas que surgieron en todo el mundo tras la Segunda Guerra Mundial.

Ahora bien, Gandhi también se convirtió en un punto de referencia para los líderes nacionalistas de Asia y África. Demostró que los movimientos independentistas podían enfrentarse con éxito a las potencias coloniales, para liberar a su países del yugo europeo. La independencia de la India dio un impulso importante al proceso de descolonización de Asia y África en la segunda mitad del siglo XX.

Aún en nuestros días la figura de Gandhi continúa despertando fascinación. Su aspecto frágil y sereno, su sobria túnica blanca y sus ideales pacifistas han ayudado a otorgarle una cierta aura mítica. Por este motivo, no es de extrañar que su vida haya sido recreada en diversas series de televisión y películas. Es particularmente célebre el filme Gandhi (1982), de Richard Attenborough, en el que Ben Kingsley interpretaba al célebre activista indio.

A poco de nacer, su padre se alista en las fuerzas italianas que combatían en África, durante la Segunda Guerra Mundial. Temiendo por el futuro de la madre del pequeño, de origen norteamericano, poetisa y profesora de La Sorbona, deja dinero a una familia de campesinos para que cuidasen de su hijo en el caso de que la madre fuese encarcelada. Efectivamente, en 1940, la madre de Capecchi es arrestada y llevada al Campo de concentración de Dachau y el niño dejado al cuidado de la familia de campesinos. Al acabarse el dinero, un año después, Capecchi es abandonado en la calle y sobrevive en ésta durante varios años, sumándose a pandillas juveniles italianas. En 1946, enfermó de tifus y fue internado en un Hospital de Reggio Emilia. Allí, es encontrado por su madre que había sobrevivido al Campo de Concentración y había sido liberada un año antes, a partir de donde se dedicó a la búsqueda afanosa de su hijo. Ese año, Capecchi y su madre emigran a Estados Unidos donde son acogidos por la familia de su madre. Allí, estudió y trabajó desde entonces. Se doctoró en 1967 en biofísica en la Universidad de Harvard. Tuvo como tutor de tesis a uno de los descubridores de la estructura del ADN, James Watson. En 1969 se convierte en profesor asistente en el departamento de bioquímica de la Harvard School of Medicine. En 1971 es nombrado profesor asociado. En 1973 se muda a la Universidad de Utah. Desde 1988 Capecchi colabora también con la Howard Hughes Medical Institute. Actualmente es miembro de la National Academy of Sciences. En 2007 fue galardonado con el Premio Nobel de Medicina o Fisiología, junto con Martin Evans y Oliver Smithies, «por sus trabajos sobre células madre y manipulación genética en modelos animales». Este galardón no cogió por sorpresa a la comunidad científica, que desde hacía bastante tiempo utilizaba su técnica de gene targeting para "construir" topos portadores de mutaciones genéticas.

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